dilluns, 22 de setembre del 2014

San Francisco, California!


Un pedacito del viaje a San Francisco, ¡¡Califooooornia!! Una menos en la lista.

CALIFORNIA: DONE!

Y es que aprovechando las vacaciones que tuve antes de pasar mis últimos días en NY me fui con María, amiga de Brooklyn, a San Francisco. Cinco días, dos cabezas locas, una “pedazo” hotel, mucho andar, mucho pedalear y a SF ¡a disfrutar!
Cogimos avión de NY a Los Angeles y de Los Angeles a SF el mismísimo 4th of July (el Independence Day de los Estados Unidos, una de sus mayores celebraciones dónde ya son tradicionales las barbacoas, comidas con los amigos, banderitas americanas y los fuegos artificiales. Se celebra el día en que se firmó su declaración de independencia del imperio britanico). Ese día, a nuestro pesar, no vivimos demasiado el ambiente patriota americano pues nos pasamos el día entero entre aviones. El cansancio se notó ese día, sólo deciros que desde LA casi nos vamos a Honolulu en vez de SF... aunque no hubiera estado mal, ¡nada mal!


 Esta vez las fotos os contarán más de nuestra aventura de lo que yo os pueda escribir. Tuvimos un viaje bastante activo pues terminamos viendo todos los rincones de la ciudad que teníamos en nuestra lista. Nos faltó Yosemite National Park, un parque natural precisoso a unas horitas de SF. Pero he aprendido que a veces todo no se puede tener todo y en este caso eso fue lo que nos faltó. Bueno, será nuestra excusa para volver de nuevo a California. ¡Tanto es así que María ya casi tiene su billete reservado para ir!

Empezamos el viaje a tope, el primer día que teníamos entero nos cogimos unas bicis y después de recorrer subidas imposibles cruzamos el famoso Golden Gate entero. Sí, ese famoso puente rojo que ya habréis visto en fotos. Es rojo, largo, altísimo, imponente, y aún sujeto a pesar del viento huracanal que normalmente hay.




 


Y fue la decisión más que acertada porque si el puente en si ya es impresionante, ¡recorrerlo en bici lo fue aún más! Cruzarlo fue toda una aventura con las bicis y cámara en mano; no podíamos hacer dos metros que nos parábamos a hacer fotos, no fuera que con las tres mil que ya habíamos hecho no tuviéramos suficiente. 


Del puente nos fuimos directas a Sausalito, un pueblecito de estilo italiano con algunas tiendas y restaurantes.
Allí comimos, teníamos que reponer fuerzas para nuestro siguiente objetivo: el pueblo Tiburón. Y eso es lo que hicimos, o casi… De vuelta teníamos que coger el ferry de las 20h para volver, y lo podíamos coger en el mismo Sausalito o Tiburón (eran las 19h y teníamos sólo una hora para llegar al pueblo). ¡PROBLEMA, NO SABÍAMOS QUÉ HACER¡ ¿ Nos iba a dar tiempo de llegar en una hora a Tiburón para coger el ferry o era más sensato quedarnos en Sausalito y buscar algo qué hacer hasta las 20h? Suerte que la mente brillante de María hizo cálculos y dijo… mejor nos quedamos en Sausalito no sea que a las 20:01h nos quedemos en Tiburón, con 23 km de vuelta en plena noche, cansadas y con frío. ¡Gracias Maritxu!
Nuestro plan alternativo fue una visita a las casas flotantes de Sausalito, unas casas que pese a estar sujetas con cemento en el agua parece que floten. Son muy bonitas y en su mayoría están bien cuidadas. ¡Os lo recomiendo! Nosotras nos quedamos hasta las 20h, que el ferry nos esperaba.


Esa noche nos quedamos las bicis y al día siguiente nos fuimos con ellas a Lombard Street, una calle de curvas para los coches y escaleritas para las personas. La idea no sé si fue buena del todo pues la subida hasta allí fue mortal. Ya lo sabréis pero sinó os aviso ahora, las calles de SF no son planas o un poco inclinadas, ¡son montañas de cemento! Suerte que para ir al puerto a devolver las bicis fue sólo bajada, atravesando el barrio chino hasta la bahía.





Creo que ese día también vimos el famoso Pier39, el embarcadero más famoso de la ciudad y a la vez el más comercial, lleno de restaurantes y tiendas de souvenirs. Lo más original que tiene es la parte, ya en el agua, dónde descansan leones marinos. Y creo que ese día también vimos Union Square, una plaza igual (pero mal hecha y para nada parecida a mi querida Union Square en New York) a la de la Gran Manzana. No recuerdo bien si esa noche hicimos algo más, pues en los siguientes días vimos The Painted Ladies, unas casas de estilo victoriano pintadas de distintos colores, el barrio The Castro, el barrio gay de SF, Haigh Ashburry, el barrio hippie, el Golden Gate Park y la subida a Twin Peaks, dos montañitas desde dónde se puede ver todo SF.

El famoso Pier39, dónde los leones marinos (¡ep, normalmente hay muchos más!!)



¡En la cima de Twin Peaks! ¡Andando desde allí abajo! Y con nuestro corta-vientos a medida...




Ai! Y me olvidaba de nuestra visita a Alcatraz, ¡de lo mejorcito! Alcatraz es una antigua prisión que se encuentra en la bahía de San Francisco, en medio de aguas heladas. Aunque tienes que pagar 30$ vale la pena porque te dan una audio guía que a parte de explicarte los obligados datos de la prisión te cuenta historias y anécdotas de entonces. Eh aquí Meritxell encerrada:




Nos pasaron mil cosas y más pero yo me quedaría con la sensación de haber ido a la Weast Coast de Estados Unidos, haber visto una ciudad enterita, casa de muchos vagabundos pero también de grandes movimientos culturales.


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